miércoles, 25 de junio de 2014

Quiero mi bicicleta

Mucho antes de pensar siquiera en hacer un triatlón había una de las disciplinas que siempre me había llamado la atención, esta disciplina es el ciclismo. Desde siempre he sentido una fascinación especial por este deporte, desde que era pequeño y mi  primer y efímero ídolo fue, más que nada porque fue el primero al que tuve la ocasión de conocer en persona, el corredor del Kelme Pepe Recio.


Recuerdo las tardes de faltar al colegio para asistir a las llegadas de la Vuelta a Murcia a mi pueblo, donde siempre íbamos con la esperanza de coger algún bidón, aunque que solo tuve suerte en una ocasión que mi primo me consiguió uno muy chulo rosa del Dormilón, o la ocasión en la que se celebro el campeonato de España de Ruta y pude ver a Perico Delgado mi gran ídolo de entonces a pocos metros de mi, aunque acercarse a él era imposible ante la avalancha de gente que congregaba, y es que siempre lo he dicho, con el carisma que tenia Perico, si llega a lograr el palmarés de Indurain seria Dios en este país.

Mi afición se fue manteniendo los siguientes años apoyada en los años en que Miguelón nos daba alegría tras alegría por esas carreteras francesas e italianas, hasta que fue decayendo coincidiendo con el fin del reinado del navarro y con el inicio de los escándalos de dopaje.

Mi afición aunque fuerte se limitaba a ver carreras, ya que siempre lastrado por mi obesidad no me veía capaz de subirme a una bici, a lo que se sumaba cierto complejo de verme encima de ella.


Aunque del ciclismo estuve desenganchado hasta hace un par de años, la espinita de la bici siempre la he llevado clavada. Siempre que veía a amigos salir no podía reprimir ese sentimiento de envidia de pensar lo que me gustaría acompañarlos, pero como he comentado antes ese complejo de verme con hasta los 145 kg que he llegado a pesar en algún momento de mi vida encima de la bici me hacía no dar el paso.

Ahora, a punto de bajar de la barrera psicológica de los 100 y cuando ya estoy listo para empezar a salir en bici, con todo el material listo, menos lo más importante, la bici, parece como si algún tipo de gafe me estuviera rondando. Como os conté en un post anterior, un amigo me iba a dejar una bici vieja de su hermano, pues mira tú por dónde, a ese hermano se le abre la gana de volver a montar en bicicleta, vaya por Dios!!! Mi amigo me dice que puedo usar su bici, pero claro, ya no es lo mismo que contar con una bici para mí, la podría usar una vez a la semana en el mejor de los casos, pero en fin, que se le va a hacer, menos da una piedra.  Pues bien, primer intento de salida, íbamos a salir yo con su bici de carretera y el con la MTB de su chica, pues con todo el equipo puesto casco incluido y la bici de carretera no cambia, se acaba de partir el cable del cambio!!! No puede ser, tanto tiempo esperando este momento y puumm!!! Misión abortada.

Ya la ha arreglado y estamos pendientes que de que el pueda para poder salir, pero como os decía antes, no es plan el no poder contar con una bici en mi poder para poder comenzar a entrenar el ciclismo, y salvo milagro y debido a mi situación económica no creo que vaya a poder comprar una antes de octubre, por lo que voy a perder cuatro meses de buen tiempo en los que poder sumar kilómetros, pero en fin, no puedo hacer nada, así que ya sabéis si a alguno quiere hacer una buena acción y cederme una os estaría eternamente agradecidos y por supuesto os dedicaría mi victoria en Kona ;) por si alguno se decide mido  1,82 cm.

Os recuerdo que podéis seguirme a diario en Twitter: @gordoatriatleta

Que paséis una feliz semana!

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